E aire frío que hay en las capas medias de la troposfera y la inyección de precipitaciones que, sobre todo, descargó el sábado y las que han ido cayendo después, con una buena regada el lunes, hacen que en buena parte del Pirineo se registren muy buenos grosores de nieve, preferentemente en la parte occidental.
Son nevadas en muchos casos de puro invierno. De hecho en el Alt Pirineu, ha sido la tercera más importante del último año, solo superada por la de marzo, y la que cayó entre finales de mayo y principios de junio del año pasado. Actualmente se acumulan espesores de nieve de 100 cm en Certascan; 89 cm en la cota 2500 de Boi Taüll; y 62 cm en los 2.400 metros de Espot. En cambio, en el Pirineo oriental las cifras son más modestas, aunque igualmente han recibido tanto precipitaciones de lluvias muy abundantes, que en cotas altas se han convertido en nieve.
Sin lugar a dudas esta gran cantidad de nieve acumulada será un reservorio de agua para los acuíferos y pantanos de las cuencas de Segre y de la Noguera, a la que hay que sumar la lluvia que ya ha descargado con mucha abundancia durante los últimos cuatr días en este sector del Pirineo.
Una agua más que buena para aumentar las reservas de agua de los pantanos, para dar de beber a bosques y cultivos. Además, este refresco en el ambiente y el agua caída ha servido para retrasar los calores, que otros años ya están más que presente por estas fechas.
